jueves, 30 de diciembre de 2021

RUNAS (2) - FUTHARK modelos

 

FUTHARK, FUTHORC y UTHARK.


Imagen 1. Sabiduría antigua. Tomado de http://www.facebook.com


Antecedentes

Según Céspedes (2009), durante las épocas de cobre y bronce, “las runas hacían referencia principalmente a un significado oculto y gnóstico, y estás eran usadas con fines mágicos, rituales y adivinatorios.” (Céspedes, 2009, p. 12).

Se dice que “el momento histórico en la creación de las runas es análogo al mito teutónico de la creación de la vida” (Donald, 1994), en el cual:

 

Dos corrientes culturales, una del norte y otra del sur, coincidieron y se mezclaron. De su encuentro las runas crecieron al igual que un árbol. Con el tiempo, de la primitiva planta se desprendieron semillas, y otros árboles —léase otros alfabetos rúnicos— echaron raíces en diversas tierras. La corriente del norte, padre de las runas, era sobrenatural. Siglos antes del nacimiento de Cristo, las tribus germánicas habían usado símbolos como ayuda para la magia. Algunos de estos símbolos se han conservado en tallas hechas en roca, cuyo nombre técnico es hallristingar. (Donald, 1994).

 El estudioso de las runas, Guido von List, señala que inicialmente, las runas estaban organizadas en un Futhark de 16 elementos (Céspedes, 2009). Luego, al incrementarse el contacto de los pueblos germánicos con las civilizaciones mediterráneas, se fue ampliando el número de símbolos rúnicos hasta alcanzar los 24.

Este momento pudo llegar cuando mercenarios germanos luchando en el norte de Italia, asimilaron algo de la civilización etrusca (Donald,1994). En efecto, tiene sentido pensar que el sacerdote germano se sintiera atraído por los símbolos que encontrara, puesto que son claves pata mejorar su propia magia. Hacerlo aumenta el alcance de su dominio de los elementos y el ascendiente sobre la Naturaleza y sus semejantes. De esta manera, pasar de 16 símbolos a 24, 33 o más, no es algo difícil de imaginar.

 La expansión del uso de las runas se debe, en gran medida, a los pueblos germánicos, quiénes llevaron estos símbolos al oeste en Gran Bretaña, al este hasta Rusia y al norte hasta Islandia.

Es importante considerar que “para las sociedades cazadoras el hecho de poseer una lengua escrita tendría poco sentido y por ello las runas se emplearon principalmente como pictogramas cargados de asociaciones mágicas.” (Donald, 1994). Es más, puede que los más cultos hayan estado informados de las opciones fonéticas de las runas, y así ésta pudiera ser la explicación de porqué “muchos de los vestigios rúnicos descubiertos formen palabras ininteligibles” (Donald, 1994).


Modelos de Futhark

 Se presentan 14 modelos de ordenamiento de las runas, según diversas tradiciones y folclor. Cabe destacar que no existe un orden correcto.

1.       Futhark antiguo.

2.       Latín arcaico.

3.       Runas góticas.

4.       Futhorc anglosajón frisiano.

5.       Runas Marcománicas.

6.       Nuevo Futhark Escandinavo (Young Futhark).

7.       Futhark Danés (líneas largas).

8.       Futhark Noruego (líneas largas).

9.       Runas Rök.

10.   Runas Hälsinge.

11.   Runas medievales.

12.   Runas  Dalecarlian.

13.   Futhark Armanen.

14.   Uthark.

 

1. Futhark antiguo

El Futhark antiguo de 24 runas tuvo su apogeo hasta finales del siglo VIII d.c. Céspedes (2009) señala que desde hacía tres siglos antes comenzaron a derivar otros dos sistemas desde el antiguo: El Nuevo Futhark de 16 runas (también llamado Futhark Escandinavo o Nórdico) y el Futhorc Anglosajón de 33 runas (también llamado Frisiano).

Imagen 2. Futhark antiguo. Tomado de Céspedes (2009).


2. Latín arcaico

Entre los académicos se establece un origen latino de las runas. Al punto en el que se debate si acaso proviene directamente del Latín o de estructuras idiomáticas anteriores, como el Raético. En Céspedes (2009, pág. 25) encontramos la siguiente explicación:

 Se hablaba de una posible descendencia del griego por parte del contacto de los godos con el imperio Bizantino, sin embargo se han encontrado inscripciones en la ciénaga de Vimose que son del siglo II d.c. (año 160 aprox.) en las que se encuentra la palabra Harja (guerrero en lengua proto-germana), lo cual sería contradictorio con ésta teoría ya se conoce que los godos iniciaron su contacto con los griegos a partir del siglo III d.c.. Curiosamente el alfabeto gótico derivado del griego en el siglo IV sí incorporó dos letras derivadas de las runas Jera y Uruz pertenecientes al Futhark.

 

Más adelante, el mismo Céspedes (2009, pág. 25) complementa el argumento, diciendo que:

 

Se han encontrado inscripciones rúnicas del siglo I d.C. en el norte de Italia: la denominada como “el casco de Negau” está escrita en lenguaje etrusco del norte y contiene un nombre de raíz germánica: Hariagastiz. Por otro lado, la inscripción de Meldorf del año 50 d.C. parece reflejar la escritura de palabras latinas por parte de personas indo-germánicas. La punta de lanza de Novel del año 200 d.C. muestra una mezcla rúnica entre gótico y viejo itálico. En el antiguo Futhark las runas equivalentes a las letras F, A, G, I, T, M. L son consideradas iguales a las del viejo itálico. Estas mismas runas también corresponderían a las letras del latín F, A X, I, T, M, L. Las runas U, R, K, H, S, B, O corresponden a las letras V, R, C, H, S, B, O. En cuanto a las demás runas sus orígenes son inciertos, algunas de ellas son calificadas por ciertos investigadores como aportaciones originales germánicas, mientras otros las refieren como oscuras derivaciones del latín: TH, N, W, J, derivan de las latinas D, Q, P, G. En las runas P, E, N su derivación de alguna lengua itálica aún es más incierta (Las letras Y y Z fueron introducidas en Roma por Augusto).

Imagen 3. Latín arcaico. Tomado de Céspedes (2009).


3. Runas góticas

Representan una variación del Futhark Antiguo, que se conoce como “Futhark Gótico”, dado que “se relaciona al lenguaje rúnico usado por los godos germánicos del este hasta el siglo IV d.c. cuando fue reemplazado por el conocido idioma gótico basado en el alfabeto griego.” (Céspedes, 2009).


Imagen 4. Runas góticas. Tomado de Céspedes (2009).


4. Futhorc anglosajón frisiano

Es un sistema derivado del Futhark Antiguo, pudiendo contener entre 26 y 33 runas y se comenzó a utilizar desde el siglo V d. C. Céspedes (2009) nos dice que:

 

Estuvo relacionado fonéticamente en su primera etapa a los lenguajes del antiguo inglés y antiguo frisio. Sobre su origen se discuten dos teorías: la primera señala que fue desarrollado en forma original en Frisia y de allí fue esparcido más tarde a Inglaterra. La otra teoría indica que el Futhark original usado en Escandinavia fue llevado a Inglaterra, allí la serie de 24 runas fue modificada para formar el Futhorc Anglosajón, y finalmente este último sistema fue exportado a Frisia.

 Se han hallado alrededor de 200 artefactos con inscripciones de este sistema rúnico.

Imagen 5. Futhorc anglo-sajón frisiano. Tomado de Céspedes (2009).


5. Runas Marcománicas

En la Bavaria Carolingia (siglos VIII d.C. y IX d.C.) se desarrolló un lenguaje hibridado entre el Futhark Antiguo y el Futhorc Anglosajón. Céspedes (2009) dice que:

 En un manuscrito llamado De inventione litteratum se hace referencia al “Marcomanni, quos nos Nordmannos vocamus”, por lo que éste lenguaje ha sido denominado como “Runas Marcománicas”, a pesar de que éste no tuvo nada que ver con los pueblos Marcomanos y, por el contrario, representaron un intento de los académicos carolingios por reinterpretar al alfabeto latín en sus equivalentes rúnicos. (Céspedes, 2009).


Imagen 6. Runas marcománicas. Tomado de Céspedes (2009).


6. Nuevo Futhark Escandinavo

Se le vincula al cambio desde el dialecto proto-nórdico al nórdico antiguo, el cual, paradójicamente, tenía mayor cantidad de fonemas. Su uso se fecha en el año 800 d. C. Céspedes (2009) señala que:

 

No se acostumbraba a escribir la misma runa dos veces seguidas por lo que se perdió la distinción entre la pronunciación corta o larga de vocales. En la edad media este sistema rúnico fue muy usado en Escandinavia y en los diferentes asentamientos de los Vikingos de los cuales hay evidencias que usaron éste sistema rúnico desde el siglo IX d.c.

Del periodo de migraciones de las tribus germánicas por toda Europa (siglo III d.c al IX d.c) se han encontrado unos 350 artefactos con manuscritos en Futhark Antiguo, este sistema en aquella época era conocido y usado sólo por una elite instruida. El Nuevo futhark por el contrario fue enseñado para la mayoría de la población ya asentada en Escandinavia. De éste sistema rúnico se han encontrado unas 6.000 inscripciones en piedra y en la Europa central continental fue conocido como el “lenguaje de los hombres nórdicos” por lo cual fue estudiado por sabios y líderes de dichos países para mantener los contactos diplomáticos y comerciales.


Imagen 7.Futhark Nuevo Escandinavo. Tomado de Céspedes (2009).





7. Futhark Danés (líneas largas)

Del Nuevo Futhark fueron derivados otros lenguajes rúnicos. De ellos, el más conocido y original es el Nuevo Futhark de Líneas Largas, usado para inscripciones en piedra tanto en la región danesa como en la noruega.

Céspedes (2009) indica que otra variación importante fue la del Nuevo Futhark de Líneas Cortas – rök runes - (sueco y noruego), empleado para uso diario e inscripciones oficiales en madera. Su característica era que en este sistema se simplificaban las líneas de nueve runas del Nuevo Futhark sueco y noruego, mientras que las otras siete runas se escribían de idéntica manera.

Imagen 8. Futhark Danés (líneas largas). Tomado de Céspedes (2009).


8. Futhark Noruego (líneas largas)

Imagen 9. Futhark Noruego (líneas largas). Tomado de Céspedes (2009).

9. Runas Rök

Imagen 10. Runas Rök. Tomado de Céspedes (2009).


10. Runas Hälsinge

Una variación del Futhark Nuevo es el sistema de Hälsinge Runes o Staveless Runes, que según Céspedes (2009), fueron halladas por primera vez en la región de Hälsingland, en Suecia. Estas runas eliminan las líneas verticales. Fueron usadas entre los siglos X d.C. y XII d.C.

Imagen 11. Runas Hälsinge. Tomado de Céspedes (2009).


11. Runas medievales

Se trata de un sistema de runas que incorporó nuevos símbolos para las vocales y consonantes mudas. Céspedes (2009) afirma que “algunas letras como S, C y Z eran intercambiables en la escritura con una misma runa”.

Han sido halladas más de 600 inscripciones en madera, a la par que el latín, por lo que se presume que estas runas fueron utilizadas como letras. 

Imagen 12. Runas Medievales. Tomado de Céspedes (2009).



12. Runas Dalecarlian

Es una derivación de las runas medievales, y por consiguiente, una adaptación del Nuevo Futhark. Según Céspedes (2009) :

 

Se produjo en la provincia de Dalarna en Suecia y era en realidad una mezcla de runas con letras latinas. Su utilización comenzó en el siglo XVI d. C. y mantuvo cierto uso hasta el siglo XX d. C.

Los caracteres de las Dalecarlian runes son similares a los del lenguaje del sueco moderno y se han encontrado alrededor de 200 artefactos con inscripciones de éste lenguaje rúnico en piezas de madera, muebles y recipientes.

Imagen 13. Runas Dalecarlian. Tomado de Céspedes (2009).


13. Futhark Armanen

El ocultista Guido von List afirmaba haber descifrado el código oculto en las estrofas o Stanzas 138 a 165 del canto Hávamal del Edda poético, Céspedes (2009).

Concretamente, las estrofas 147 a 165 hacen referencia a 18 cantos de sabiduría. Estas estrofas, según List, corresponderían exactamente a las 18 runas del sistema Armanen que él acababa de re-descubrir, Céspedes (2009).

La palabra Armanen hace referencia a lo que en forma latinizada Tácito en su libro Germania describe como los Hermiones (Irminones) de las tribus “bárbaras” del norte, es decir a los sacerdotes-magos iniciados en los misterios de las runas los cuales tenían poderes mágicos y guiaban los destinos de su pueblo, Céspedes (2009).

Imagen 14. Futhark Armanen. Tomado de Céspedes (2009).


14. Uthark

Un escritor sueco, llamado Sigurd Agrell, propuso en la década de 1.930 que “verdadera serie rúnica conocida sólo por los mayores iniciados tomaba la consecución de 24 runas del Futhark Antiguo, pero desplazando la primera runa Fehu hasta la última posición” (Céspedes, 2009).

Este cambio altera la interpretación de las runas, puesto que la segunda runa del Futhark Antiguo, “Uruz”, pasa a ser la primera del alfabeto. Por lo tanto, ya no es más un Futhark, sino un Uthark. Las implicancias numéricas y simbólicas son profundas.

Imagen 15. Uthark. Tomado de Céspedes (2009).



Sabiduría del Futhark


En la próxima entrega mostraremos cómo se leen las runas y cómo afecta cada modelo de Futhark a la interpretación y uso.

Imagen 16. Odín, y su inclusión en el Havamal. Tomado de https://threadreaderapp.com/thread/1301353718110130177.html



Referencias bibliográficas

 Céspedes, J. 2009: “Las runas y el sendero de la iniciación”. 1a ed. - Bogotá. ISBN 978-958-44-5621-2.

Donald, T. 1994. “Las runas y su magia (magia rúnica)”. 1ª ed. Madrid. I.S.B.N.:8487476090.


martes, 21 de diciembre de 2021

RUNAS (1) - FUTHARK generalidades

 

FUTHARK, alfabeto de las runas.

El mito


Imagen 1. La magia vikinga. Tomado de https://www.ancient-origins.es/artefactos-otros-artefactos-noticias-general/vestigios-los-antiguos-vikingos-la-magia-enterrada-la-tumba-una-mujer-vikinga-003817

 

Se dice que la palabra runa significa “susurro” en la lengua nórdica antigua y que, además, encierra una capacidad de transformación del ser de quién la pronuncia. Esto es conocido en muchos círculos como magia.

Las runas pueden ser halladas en las cuatro direcciones cardinales de Europa, y hasta en lugares más impensables, como Canadá, Estados Unidos y Brasil. Hay quienes identifican las formas de las runas en grabados egipcios.

Las runas deben ser entendidas como secretos arcanos o como conceptos sagrados; los dioses aprendieron a usarlas, previa iniciación. Es por ello, que los hombres deben ser humildes en su abordaje, y saber escuchar lo que tienen que decir, una a una.


Imagen 2. Representación del Vegvisir, brújula de navegación vikinga. Fuente: Pinterest.


La Edda Poética, antiguo canto dedicado a narrar las tradiciones escandinavas, cuenta que Odín, el “Padre de todas las cosas” tuvo que colgar 9 días desde el árbol sagrado Yggdrasil hasta que vio las runas.

Sé que colgué de ese árbol barrido por el viento,
meciéndome durante nueve largas noches,
herido por mi propia espada,
ensangrentado para Odín,
yo mismo una ofrenda para mí mismo:
atado al árbol
del que ningún hombre conoce
hacia dónde corren sus raíces.

 

Nadie me dio pan,
nadie me dio agua.
Hacia los abismos más profundos me asomé
hasta que avisté las Runas.
Lanzando un rugido las tomé
para luego caer, aturdido y débil.

 

Gané bienestar
y sabiduría también.
Crecí y me regocijé con mi crecimiento:
de palabra en palabra
fui guiado hacia otra palabra,
de una acción hacia otra acción. (González, 2017)

 

Es importante notar que Yggdrasil conecta los 9 mundos de la cosmovisión escandinava, de forma tal que, a través suyo, Odín viajó por los distintos mundos y descendió allá donde están sus raíces y que ningún hombre conoce. Ese viaje a las profundidades le permitió avistar a las runas.

Es natural asociar este viaje con el descenso de Jesús a los infiernos; por un lado, Jesús viaja por 3 días hacia la sima de la Tierra, mientras que el dios Odín cuelga 9 días, o sea, 3 veces 3.

Para la mística cristiana, se tienen tres personas divinas que representan a Dios; lo que se llama la Trinidad. Mientras que, en la mística escandinava, hay tres seres que crean la realidad humana; las 3 Nornas.

En otro orden de cosas, el poema señala que Odín “avistó” las runas, especificando que el sentido que activó fue el de la vista. Aquí se puede entender que la alusión es a la “forma” de las runas, ya no en el sentido de “susurro”, o al menos no solo en tal sentido.

Como veremos más adelante, la forma es un tema crucial, puesto que se relacionan con otros símbolos significativos de las culturas antiguas, en especial la celta y la germánica.

Para cerrar esta mínima presentación del relato mítico de las runas, se señalará que las runas dieron bienestar (provisión en cualquier sentido) y sabiduría (dominio de un conocimiento, presumiblemente práctico o aplicable), además dice que creció (expandió su consciencia más allá de su mundo original) y se asentó en tal crecimiento. Esta descripción odínica es la promesa de la iniciación, es la recompensa que recibe el que se consagra a la tarea de oír el susurro, cantar el nombre y dibujar la runa, una a una, de palabra en palabra (concepto en concepto), y de acción en acción (experiencia en experiencia).

Imagen 3. Odin colgando del árbol Yggdrasil. Al lado se aprecia una comparación con la carta El Colgado del Tarot. Tomado de https://themagicfrominside.blogspot.com/2017/06/el-uso-de-las-runas.html


Imagen 4. Representación alternativa de Odín colgado del árbol Yggdrasil. Tomado de https://themagicfrominside.blogspot.com/2017/06/el-uso-de-las-runas.html

 

El alfabeto

Cuando hablamos de un alfabeto o un abecedario, lo hacemos de forma natural porque nuestra cultura occidental hispana se basa en la codificación de sonidos, a través de un sistema de signos llamados letras. Un abecedario es, entonces el conjunto de letras oficiales con las que se forman las palabras de nuestra lengua. Por lo tanto, se trata de un sistema acotado y formalizado en cuanto a posibilidades de combinación.

Entonces, así como el “Abecedario” es nuestro alfabeto; A, B, C, D – ario. El Futhark es la reunión de las runas Fehu, Uruz, Thurisaz, Ansuz, Raidho y Kaunaz.

Sin embargo, no hay muchas más analogías, porque las runas no son letras. Son símbolos ideográficos que representan conceptos arcanos, que en conjunto logran una representación de procesos internos y de los equilibrios de los nueve mundos que su cosmovisión determina.

Es posible encontrar distintos tipos de sistemas “Futhark”, por ejemplo, el Futhark joven, el Futhark antiguo, el Futhork, el Uthark, etc. Cada uno de ellos tiene una organización distinta en cuanto a número de runas, ordenamiento y forma de las mismas.

El más utilizado es el llamado Futhark Antiguo, consistente en 24 runas que parte con Fehu y finaliza con Othalaz. Con respecto a este Futhark, Céspedes (2009) cree que “desciende de los antiguos alfabetos Itálicos, específicamente del etrusco o del Raético”, luego aclara que pudiera provenir del mismísimo latín (Céspedes, 2009).


Imagen 5. Futhark antiguo. Elaboración propia.


Llama la atención la ausencia de formas curvas en el diseño de las runas. Se ha dicho que esto se explica por la dificultad de tallar formas curvas en rocas o en metales. No obstante, Céspedes (2009) señala que existe un sentido simbólico intencionado en esto y, sería que se trata de

conferirles a estos símbolos un carácter de representación de lo increado en medio del universo creado material que posee de forma natural sólo formas curvas, serpentinas y espiraloides. Así las runas y sus vértices angulares servirían como contacto entre el mundo creado y el infinito increado, el mundo de los dioses reflejando su luz en el mundo del devenir ilusorio de los humanos. (Céspedes, 2009).


        Como ya puede vislumbrarse, estos símbolos superan en mucho la simple función, aunque noble, de articular los sonidos de las palabras.
    En próximas entregas se detallarán los significados conocidos de las runas y cómo están conformados los distintos Futhark.


Referencias bibliográficas

 Ancient Origins en Español. 2016. https://www.ancient-origins.es/artefactos-otros-artefactos-noticias-general/vestigios-los-antiguos-vikingos-la-magia-enterrada-la-tumba-una-mujer-vikinga-003817

Céspedes, J. 2009: “Las runas y el sendero de la iniciación”. 1a ed. - Bogotá. ISBN 978-958-44-5621-2.

González, E. 2017. Taller básico de runas.

Tu Magia Interior. 2017. https://themagicfrominside.blogspot.com/2017/06/el-uso-de-las-runas.html