martes, 13 de julio de 2021

Más de siete iglesias fueron quemadas en Canadá como represalia por los niños amerindios asesinados en varios internados desde fines del siglo XIX. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha criticado a la Iglesia Católica y al Papa por no pedir disculpas a los indígenas canadienses, pero luego condenó los propios ataques a los templos. ¿Acaso Justin Trudeau hará justicia por mano propia? ¿Cómo pretende castigar a una de las instituciones más genocidas y liberticidas de la historia de la humanidad, la misma a la cual pertenece?

Tanto Trudeau y el Papa saben que el jesuita Belarmino fue el mayor asesino de su institución, quien luego fue beatificado y canonizado por el papa Pío XI. La historia de la Iglesia en su totalidad ha sido la historia de la canonización del mal y el pecado. Hasta el Diablo estaría orgulloso. La única injusticia importante que reconoció la Iglesia en toda su infame historia fue la cometida contra Galileo Galilei y demoró prácticamente cuatro siglos.

Trudeau le solicita ahora una disculpa pública al Papa ¿Cree que se la dará? ¿Si así lo hiciera, con este acto considera que se habría logrado justicia divina?




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